Microcuentos

 PROPUESTA MICROCUENTOS


Microcuento 1:

Hoy, 23 de febrero, era un día muy importante, ya que estaba por rendir probablemente el examen más importante de mi vida: El First Certificate. Había estado todo el año pasado preparándolo con mi amigo Lautaro y estábamos listos, nada podía salir mal. Llegamos al lugar y los nervios eran evidentes, pero ambos sabíamos a la perfección cómo iba a ser el examen. Nos sentamos en los bancos del aula para hacer la primera parte, que era gramática, y la profesora trae papeles, lo que nos llamó la atención porque nos habíamos anotado para hacerlo en computadora. Al ver la primera hoja no lo podía creer, el examen era muy diferente, tenía ejercicios nuevos y que no tenían sentido. Con Lautaro nos miramos incrédulos, ahora estaba el doble de nerviosa, sentía que me estaba bajando la presión y que iba a vomitar el desayuno. De repente, Lautaro me empieza a hablar en voz alta, no recuerdo que decía, porque estaba tan envuelta en mis propias emociones que solo escuchaba su voz y lo único que pude llegar a decirle fue "basta Lauti, nos van a bochar". Dicho y hecho, eso pasó, vino la profesora y nos sacó del aula, terminando por concluir esta experiencia cómo un total fracaso. 

Microcuento 2: 

Era un lunes por la noche, a la mañana siguiente iba a rendir mi primer parcial de la carrera, estaba nerviosa pero sabía todos los temas así que me fui a dormir tranquila. El martes me levanté, me vestí, desayuné y emprendí camino a la facultad, con mis resúmenes en la mano en el subte terminando de confirmar que estaba lista para el examen. Llegué al aula y me senté en el banco esperando al profesor, después de 10 minutos apareció con las hojas. El profesor me entregó el parcial y sabía todas las respuestas, estaba por responder la primera pregunta y de repente veo que mi examen ya no estaba sobre mi mesa, había desaparecido. Mire a mis alrededores y todos tenían sus hojas menos yo. Entre en pánico, no sabía qué hacer hasta que el profesor vio que mi banco estaba vacío, me pregunto dónde estaba mi parcial y le dije que no sabía, que de la nada ya no lo tenía. Para sorpresa de nadie no me creyó y me pidió que me retirara del aula. No lo podía creer, me habían bichado de un examen por algo que no fue mi culpa y no tenía explicación. Volví a mi casa frustrada y se lo conté a mi mamá y tampoco me creyó, pero puedo juara que lo que pasó fue real. 

Microcuento 3

Estábamos por subirnos al escenario con mi banda Ameba, era nuestra primera presentación en vivo y estábamos muy ansiosos. Nuestro show estaba a punto de comenzar cuando me percaté que en el atril de mi teclado no estaban ni mis partituras ni mis letras, no soy muy buena para aprenderme las canciones y por ende siempre las necesitaba conmigo. Bajé corriendo del escenario a buscarlas en la funda del instrumento y tampoco estaban. El pánico era evidente en mi cara pero volví a subir y toqué las canciones igual. Todo salió pésimo y todo por mi culpa, ¿Que habrá pasado? nunca me las olvidaba, desarmamos todo y yo me fui a una esquina alejada de todos, no quería ver a nadie. Los chicos notaron lo frustrada que estaba porque nada había salido como queríamos, pero lejos de enojarse conmigo me abrazaron entre todos para calmarme y me dijeron que para la próxima iba a ser mejor y que por las dudas me aprenda bien las canciones. Ese gesto hizo que me olvidara totalmente del papelón que había pasado hace unos pocos minutos, estoy muy agradecida de contar con ellos.



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